Qué estudios avalan el uso de aceites en salud mental

La salud mental es un componente integral del bienestar general y, lamentablemente, las tasas de ansiedad y depresión están en aumento a nivel mundial. Si bien los tratamientos convencionales como la terapia y la medicación son cruciales, existe un interés creciente en las terapias complementarias, como la aromaterapia con aceites esenciales. El uso de aceites esenciales se remonta a miles de años, con culturas antiguas reconociendo sus propiedades medicinales y rituales.
La aromaterapia, la práctica curativa utilizando aromas de plantas, implica la inhalación o aplicación tópica de aceites esenciales para promover el bienestar físico y emocional. Investigaciones recientes están comenzando a desentrañar los mecanismos biológicos a través de los cuales estos compuestos pueden afectar el sistema nervioso, modulando el estado de ánimo y reduciendo los síntomas de ansiedad y depresión. A continuación, exploraremos lo que la ciencia nos dice sobre algunos aceites esenciales prometedores.
Lavanda: El Calmante Clásico
La lavanda es quizás el aceite esencial más conocido y estudiado por sus propiedades calmantes. Múltiples estudios han demostrado su capacidad para reducir la ansiedad, mostrando efectos similares a algunos ansiolíticos, pero con menos efectos secundarios. Su aroma floral interactúa con el sistema límbico, la parte del cerebro involucrada en las emociones, promoviendo sentimientos de relajación.
Investigaciones han revelado que la inhalación de aceite de lavanda puede disminuir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, en el cuerpo. Además, algunos estudios sugieren que la lavanda puede mejorar la calidad del sueño, un factor crucial para la salud mental. Al mejorar el descanso, se ayuda a regular el estado de ánimo y reduce la irritabilidad.
La aplicación tópica, diluida en un aceite portador, también puede ser beneficiosa, especialmente en la zona de las sienes y el cuello. Sin embargo, es fundamental realizar una prueba de sensibilidad antes de utilizarla. Esta seguridad en su uso, combinada con su eficacia comprobada, la convierte en una excelente opción para empezar a explorar la aromaterapia.
Bergamota: Un Elevador del Estado de Ánimo
La bergamota, un aceite cítrico con un aroma floral y especiado, ha demostrado ser eficaz para aliviar los síntomas de la depresión. Investigaciones indican que la bergamota puede afectar a los neurotransmisores en el cerebro, relacionados con la regulación del humor. Su aroma estimulante puede ayudar a combatir la fatiga y la falta de motivación, comunes en la depresión.
Estudios han comparado la eficacia de la aromaterapia con bergamota con algunos antidepresivos orales, con resultados prometedores. La bergamota parece estimular la liberación de serotonina y dopamina, neurotransmisores clave en la regulación del estado de ánimo. De esta forma, ayuda a activar el sistema nervioso y mejorar la sensación de bienestar.
Es importante tener en cuenta que la bergamota es fotosensible, lo que significa que puede aumentar la sensibilidad de la piel al sol. Por lo tanto, se debe evitar la exposición directa al sol después de aplicarla tópicamente. Siempre diluir este aceite portador y usarlo con precaución.
Manzanilla Romana: Un Relajante Profundo
La manzanilla romana es un aceite esencial suave y floral conocido por sus propiedades relajantes y ansiolíticas. Se utiliza tradicionalmente para calmar los nervios y promover la tranquilidad, lo que la convierte en una opción ideal para personas que padecen ansiedad generalizada o ataques de pánico. Su aroma suave ayuda a reducir la tensión muscular y la agitación.
La investigación sugiere que la manzanilla romana puede interactuar con los receptores GABA en el cerebro, que son responsables de reducir la excitabilidad neuronal. Este efecto calmante puede ayudar a reducir los síntomas de ansiedad y promover un estado de relajación profunda. El equilibrio de los neurotransmisores se logra con este aceite esencial.
La manzanilla romana es una excelente opción para usar en difusores, baños relajantes o masajes, diluida en un aceite portador. Sin embargo, las personas alérgicas a las plantas de la familia Asteraceae (como la ambrosía) deben evitar su uso. Es esencial ser consciente de las alergias antes de usar este aceite.
Ylang Ylang: Un Reductor del Estrés

El ylang ylang, con su aroma exótico y floral, es reconocido por sus propiedades antidepresivas y ansiolíticas. Este aceite esencial puede ayudar a reducir los niveles de cortisol y promover sentimientos de alegría y optimismo. Su aroma dulce y embriagador puede ayudar a elevar el estado de ánimo y aliviar la tensión emocional.
Estudios han demostrado que el ylang ylang puede ayudar a reducir la presión arterial y la frecuencia cardíaca, lo que puede ser beneficioso para personas que experimentan ansiedad y estrés. Al calmar el sistema nervioso, el ylang ylang facilita la conciencia del presente y reduce la rumiación de pensamientos negativos.
La inhalación de aceite de ylang ylang puede ser particularmente efectiva para aliviar los síntomas de ansiedad y depresión. Es importante usarlo con moderación, ya que su aroma intenso puede ser abrumador para algunas personas. Siempre usa una dilución adecuada.
Romero: Un Impulso Cognitivo y Emocional
Aunque a menudo se asocia con la mejora de la memoria y la concentración, el romero también puede tener un impacto positivo en la salud mental. Investigaciones sugieren que el romero puede ayudar a combatir la fatiga mental y mejorar el estado de ánimo. Su aroma vigorizante puede ayudar a aumentar la energía y reducir los sentimientos de desesperanza.
El romero puede estimular la liberación de acetilcolina, un neurotransmisor involucrado en la cognición y el aprendizaje, lo que mejora la claridad mental. Además, sus propiedades antiinflamatorias pueden ayudar a reducir la inflamación en el cerebro, lo que se ha relacionado con la depresión y la ansiedad. La inflamación en el cerebro se reduce utilizando este aceite esencial.
Se debe utilizar con precaución, ya que puede aumentar la presión arterial en algunas personas. No se recomienda su uso en personas con epilepsia o durante el embarazo. Como con cualquier aceite esencial, es crucial realizar una prueba de sensibilidad antes de usarlo y utilizar una adecuada dilución en un aceite portador.
En resumen
La investigación sobre los aceites esenciales y su impacto en la salud mental está en curso, pero los hallazgos prometedores sugieren que estos compuestos naturales podrían ser una herramienta complementaria valiosa en el manejo de la ansiedad y la depresión. Si bien no deben considerarse como un reemplazo de los tratamientos convencionales, los aceites esenciales pueden ofrecer un enfoque natural y holístico para mejorar el bienestar emocional.
Es fundamental recordar que cada persona es diferente y que la respuesta a los aceites esenciales puede variar. Es importante experimentar con diferentes aceites y métodos de aplicación para encontrar lo que funciona mejor para ti, siempre con la guía de un profesional cualificado en aromaterapia, especialmente si estás tomando medicamentos o tienes alguna condición médica preexistente. La aromaterapia puede ser un complemento eficaz y placentero a cualquier régimen de salud mental.