
La alimentación tradicional, especialmente la centronaturista, valora enormemente las propiedades medicinales del ajo. La pasta de ajo casera es una forma excelente de aprovechar su potencia, incorporándola fácilmente a diversas preparaciones culinarias y, sobre todo, en infusiones y remedios. A diferencia de las pastas comerciales, las elaboradas en casa permiten controlar la intensidad del sabor y, lo que es más importante, la concentración de compuestos beneficiosos. Además, al no contener conservantes ni aditivos, es una opción más natural y segura para la salud.
Crear tu propia pasta de ajo no es tan complicado como parece. Con unos pocos ingredientes básicos y siguiendo una guía sencilla, podrás obtener un producto de alta calidad, ideal para potenciar tus platos y aprovechar todos los beneficios que ofrece este poderoso alicimiento. En este artículo te guiaremos paso a paso para lograr una pasta de ajo casera con un sabor equilibrado y concentrado, siguiendo los principios de la centronaturista.
Ingredientes y Herramientas Esenciales
Para empezar a preparar tu pasta de ajo, necesitarás muy pocos ingredientes, pero de alta calidad. Lo principal, por supuesto, es el ajo: mejor si utilizas ajos frescos, preferiblemente ecológicos, que tengan un sabor intenso y aroma característico. Además, necesitarás aceite de oliva virgen extra, que actuará como aglutinante y protegerá el ajo del oxígeno, evitando su oxidación y conservando mejor sus propiedades.
También necesitarás una mortero (idealmente de mármol o piedra) o un procesador de alimentos con cuchillas. Aunque un mortero es el método tradicional y que permite obtener una pasta más fina, el procesador de alimentos es más rápido y práctico si buscas una textura un poco más gruesa. Finalmente, ten a mano un recipiente limpio y seco para almacenar la pasta terminada, preferiblemente de vidrio o cerámica. No olvides las guantes para proteger tus manos del olor y evitar manchas en la piel.
La proporción ideal suele ser alrededor de 200-300 gramos de ajo por 100-150 ml de aceite de oliva, pero puedes ajustarla según tu gusto y la intensidad deseada. Es importante elegir un aceite de oliva con un sabor pronunciado, ya que contribuirá al sabor final de la pasta. Un buen aceite de oliva es una inversión que se notará en el resultado final.
El Proceso de Elaboración: Paso a Paso
El proceso para elaborar la pasta de ajo es bastante sencillo, pero requiere paciencia y un poco de atención. Lo primero que debes hacer es pelar los ajos, retirando la piel con cuidado. Una vez pelados, córtalos en trozos más pequeños para facilitar el trabajo. Luego, empieza a machacar el ajo en el mortero o procesador, añadiendo el aceite de oliva poco a poco.
Continúa machacando hasta obtener una pasta homogénea, pero sin que se convierta en una emulsión. Es importante no sobreprocesar el ajo, ya que esto puede destruir algunas de sus propiedades y alterar su sabor. Si usas un mortero, es recomendable trabajar en pequeñas cantidades y remover constantemente con un pilón. Si utilizas un procesador, deténlo frecuentemente para comprobar la textura.
Finalmente, tras la máquina, deja reposar la pasta de ajo durante al menos 24 horas, idealmente 48 horas, a temperatura ambiente, lejos de la luz directa del sol. Este tiempo de reposo permite que los sabores se mezclen y se desarrollen completamente. Durante este tiempo, el ajo absorberá el aceite y se integrará perfectamente.
Controlando el Sabor: Trucos Centronaturistas

El principal desafío al hacer pasta de ajo casera es evitar que el sabor sea demasiado fuerte. La clave está en controlar la cantidad de ajo que utilizas y en la forma en que lo machacas. Si usas demasiados ajos, la pasta tendrá un sabor muy intenso y puede resultar desagradable. Experimenta con diferentes cantidades para encontrar el punto justo para ti.
Para suavizar el sabor, puedes añadir una pizca de sal y unas gotas de zumo de limón. La sal ayuda a equilibrar el sabor amargo del ajo, mientras que el limón aporta frescura y acidez. Otra opción es añadir un poquito de hierbas aromáticas como tomillo, romero o orégano, que complementarán el sabor del ajo. Recuerda que la centronaturista apoya la utilización de plantas y sus propiedades.
También puedes suavizar el sabor mediante la infusión. Después de la reposo de 24-48 horas, puedes infusionar la pasta de ajo en un poco de aceite de oliva durante unos días. Esto ayudará a que los sabores se integren y se suavicen aún más. Asegúrate de almacenar la pasta en un recipiente hermético y en un lugar fresco y oscuro.
Almacenamiento y Duración de la Pasta de Ajo
Una vez preparada, la pasta de ajo se debe almacenar en un recipiente asequible, preferiblemente de vidrio o cerámica, para evitar que el aceite se oxide y el ajo pierda sus propiedades. Guarda la pasta en un lugar fresco, oscuro y seco, lejos de la luz directa del sol y del calor.
La pasta de ajo casera, correctamente elaborada y almacenada, puede durar hasta 6 meses. Sin embargo, es importante verificar su aspecto y olor antes de utilizarla. Si la pasta ha cambiado de color, tiene un olor rancio o presenta signos de moho, es mejor desecharla. Una pasta de ajo fresca es mucho más efectiva y segura para el consumo.
Conclusión
La pasta de ajo medicinal casera es una forma increíblemente valiosa de incorporar los beneficios del ajo a tu vida diaria. Siguiendo estos consejos y trucos centronaturistas, podrás crear un producto de alta calidad, con un sabor equilibrado y concentrado, perfecto para potenciar tus platos o para preparaciones medicinales. ¡Es una tarea sencilla que te permite controlar la ingrediente principal y obtener un producto superior!
Además, elaborar tu propia pasta de ajo es una forma de conectar con la tradición culinaria y con la sabiduría ancestral de nuestros antepasados. Es una práctica que fomenta la sostenibilidad y reduce el consumo de productos industrializados. Empieza a experimentar y descubre el poder del ajo en tu cocina y en tu salud.